El Efecto Pigmalión en el Fútbol
“Si algún día tuviera que analizar a un entrenador, prescindiría del resultado, examinaría el método.”
- Marcelo Bielsa
Cuenta la mitología Griega, que el escultor Pigmalión no encontraba la mujer perfecta de la que enamorarse, en todas las mujeres encontraba defectos. Entre sus creaciones estaba una estatua a la que llamó Galatea. Pigmalión se acabó enamorando de Galatea de tal modo que la diosa Afrodita, muy conmovida por el deseo de Pigmalión y empujada por su compasión, finalmente le otorgó vida a la escultura, transformando a Galatea en un ser humano. La expectativa de Pigmalión junto a su deseo hizo que finalmente Galatea se convirtiera en mujer de carne y hueso.
Os estaréis preguntando ¿que tiene que ver la mitología griega con el fútbol? Pues veréis, lo que en Psicología se conoce como el efecto Pigmalión, tiene que ver mucho con el rendimiento de los jugadores. Este fenómeno explica como las expectativas y las creencias que posee una persona influyen directamente en las conductas, en el rendimiento y en los resultados de otra, bien sea de manera positiva, produciendo un alto rendimiento, o por el contrario afectando de manera negativa sobre el mismo. El efecto Pigmalión explica como cuando un entrenador muestra confianza en un jugador, el jugador jugará mejor que cuando el entrenador no tiene confianza. No solo porque el jugador se siente más seguro si no también por como se comporta el entrenador con el jugador.
De hecho, una de las investigaciones más importantes sobre le efecto Pigmalión la hicieron Rosenthal y Jacobson en 1968, en el entorno escolar. En ella se informó a un grupo de profesores que a sus alumnos se les había realizado una prueba de capacidades intelectuales y también se les dijo cuáles habían sido aquellos que habían obtenido los mejores resultados, afirmando además que serían los que mejor rendimiento tendrían posteriormente. Al finalizar el curso escolar, ocho meses después, los alumnos que habían sido considerados mejores, tuvieron un rendimiento mayor. Sin embargo, la realidad era que no se había realizado ninguna prueba de capacidades, de hecho, no había diferencia alguna entre los alumnos.
Los investigadores explicaron que lo que ocurrió es que los profesores formularon expectativas acerca del comportamiento en clase de los diferentes grupos de alumnos y los trataron de forma distinta de acuerdo con dichas expectativas. Es posible que a los alumnos que ellos consideraban más capacitados (los que ellos pensaban que habían obtenido los mejores resultados en la prueba de capacidades intelectuales) les dieron más y mayores estímulos, más tiempo para sus respuestas, etc. Estos alumnos, al ser tratados de un modo distinto, respondieron de manera diferente, confirmando así las expectativas de los profesores y proporcionando las respuestas acertadas con más frecuencia. Si esto se lleva al terreno deportivo puede explicar el efecto de la confianza del entrenador en el jugador.
Entonces, ¿que puedes hacer cuando un entrenador no confía en ti? Tienes dos opciones, intentar trabajar duro por hacer cambiar de opinión a tu entrenador, o irte a otro equipo donde el entrenador crea en ti. La decisión va a depender de las circumstancias, pero en cualquier caso, la decisión es tuya.