Las lesiones son parte del Fútbol
“La caída no es un fracaso, el fracaso es quedarte donde te has caído”
-Socrates
Las lesiones son parte del deporte. Aunque a veces nos referimos a haber “tenido la mala suerte” de habernos lesionado, no es solo un tema de suerte, ya que las lesiones pueden estar ocasionadas por muchas razones. Entre los motivos más habituales por los que los deportistas jóvenes se lesionan se incluyen los siguientes:
• no entrenar o jugar de una forma adecuada (falta de pre-calentamiento, estiramiento, etc.)
• entrenar demasiado
• llevar un calzado inadecuado
• no llevar el equipo de protección necesario
• el rápido crecimiento que se experimenta durante la pubertad
Por eso, la mejor manera de tratar las lesiones deportivas es intentar evitar tenerlas intentando minimizar riegos. Por otra parte, en la vida de todo deportista, en algún momento va a haber una lesión, y es muy importante estar preparado para afrontarla.
Probablemente lo primero que te preguntarás después de sufrir una lesión deportiva será: "¿Cuándo podré volver a hacer deporte?." Pues bien, lo mas importante es ser paciente. La mayoría de las lesiones recurrentes suceden cuando el deportista vuelve a la actividad antes de estar totalmente recuperado. El no volver a la actividad no significa que no puedas mantenerte en forma. Tu médico o un fisioterapeuta te dará consejos sobre qué puedes hacer para mantenerte en forma mientras te recuperas.
Un programa de rehabilitación te puede ayudar a mantenerte en forma mientras te recuperas. Si la rehabilitación forma parte de tu programa de tratamiento, es posible que incluya ejercicios de fisioterapia, manipulaciones realizadas por un fisioterapeuta y aplicación de ultrasonidos o de otros aparatos tecnológicos que ayudan a calmar el dolor y que también favorecen la curación.
Ten en cuenta que es importante pedir siempre el visto bueno de tu médico antes de volver a practicar cualquier actividad después de sufrir una lesión deportiva. Y es importante comenzar gradual y progresivamente la intensidad de los entrenamientos hasta alcanzar el nivel que tenías antes de lesionarte, o sea que, tómatelo con calma.
Lo más importante de todo: conoce tus límites y escucha a tu cuerpo. Si la parte que te habías lesionado (o cualquier otra parte del cuerpo) te empieza a doler cuando vuelvas a los entrenos habituales, para de inmediato y descansa. Ve al médico si persiste el dolor. El dolor es la forma que tiene tu cuerpo de decirte que algo no va bien. ¡Y ánimo, que las lesiones son parte del fútbol, y si haces una buena recuperación volverás a jugar igual de bien que siempre!